BUENOS AIRES (NA).- Se registraron incidentes aunque de menor intensidad que en semanas anteriores. Se volvió a aplicar el protocolo antipiquete. Los manifestantes se acercaron cara a cara a los uniformados para reprocharles la actitud intimidatoria y en ese momento se registraron las escenas de mayor tensión, con insultos y forcejeos, pero la situación no escaló.
Organizaciones de jubilados y manifestantes independientes se congregan cada miércoles para reclamar por la magra política de ingresos previsionales que está deteriorando su poder de compra.
Pasadas las 15:00, la cantidad de personas que asistieron a la manifestación comenzó a desbordar las veredas del Congreso y del anexo de la Cámara de Diputados. Durante las rondas, los jubilados -acompañados una vez más por organizaciones sociales y dirigentes de izquierda- usaron un carril de las calles que rodean el Parlamento, por lo que la Policía activó el protocolo antipiquete.
Se dispuso para esto personal de la Policía Federal Argentina y de Prefectura Naval. Los efectivos desplegaron cordones policiales y le hicieron frente a los manifestantes con sus escudos, ubicados como una “barrera humana” para evitar que la protesta avance sobre la calle en la esquina de las avenidas Rivadavia y Entre Ríos.
Pasadas las 16:00 el tránsito se interrumpió parcialmente sobre la avenida Rivadavia, donde se concentró la mayor cantidad de gente luego de los primeros incidentes. También había demoras sobre la avenida Entre Ríos.
Los efectivos le hicieron frente a los manifestantes con sus escudos.Las imágenes áreas de la televisión permitieron apreciar con claridad que las fuerzas de seguridad superaban en número a la cantidad de manifestantes.
Desde que el presidente Javier Milei vetó la ley de movilidad jubilatoria aprobada en ambas cámaras por la oposición las marchas se hicieron más numerosas y, como reflejo, también se reforzaron los operativos de seguridad.
El 4 de septiembre se llevó adelante la primera represión a jubilados en simultáneo a la presentación del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, en la Cámara de Diputados.
La semana siguiente el conflicto se agudizó y el desenlace final fue con decenas de jubilados heridos con gas pimienta por los policías, y también una niña y su madre que fueron salvajemente atacados por un efectivo de las fuerzas de seguridad, en un hecho que la Justicia está investigando.
Entre los dirigentes que acompañaron la ronda se pudo ver al líder del Polo Obrero, Eduardo Belliboni, y a la exdiputada nacional del Frente de Izquierda, Myriam Bregman, entre otros.
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