Se trata del caso de Rodrigo Flores Talquenca sujeto que hace dos semanas estuvo prófugo 4 días tras incumplir un inadmisible régimen de salidas diarias que le otorgó la misma Justicia fueguina, cuando lleva apenas cumplidos 2 de los 6 años de condena impuesta.
Este sujeto se escapó de Ushuaia y fue detenido en Río Grande, donde quedó en la Unidad de Detención 1 a modo de sanción, por lo que inició reclamos para retornar a la ciudad de la que había huído.
Aduciendo estar lejos de su familia, lo que no le importó al momento de la fuga, presentó una denuncia por presuntos apremios por parte de cuatro penitenciarios, lo cual fue tomado por el Comité contra la Tortura que impulsó la presentación.
Ante ello el director del Servicio Penitenciario Ariel Ciares señaló en torno a lo actuado respecto de este caso; “el interno manifiesta que el personal lo habría agredido por lo que se requirió que se investigue y se lo trasladó al cuerpo forense del Poder Judicial, y la Justicia pidió su traslado preventivo a la ciudad de Ushuaia nuevamente”.
“Cuando pasa una situación de este tipo nosotros como protocolo pedimos a los otros internos de las celdas, si quieren ser asistidos en el hospital, y en ese trámite ellos manifestaron de sacar a ese interno porque había estado prendiendo fuego en su celda y autolesionándose”, según dijo a dichos de los propios presos.
“Estamos viendo las pericias que se van a realizar, tenemos dos agentes notificados de derechos y garantías pero no están apartados del servicio. Tenemos el testimonio de presos y las cámaras de seguridad por lo que no será difícil determinar que fue lo que pasó”, dijo Ciares a la espera de una resolución de la Justicia.
Cabe recordar que este sujeto condenado por un doble homicidio en ocasión de tránsito y que se fugó la semana pasada de la alcaidía de Ushuaia, logró su objetivo de retornar a ese establecimiento por decisión de la Justicia e impulso del propio Comité contra la Tortura que integran legisladores provinciales, el presidente del Superior Tribunal y organismos de Derechos Humanos.
El interno de permanentes inconductas logró su objetivo, a pesar de que ya hay marcadas dudas respecto de las lesiones que denunció.
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