BUENOS AIRES.- En ese sentido, puntualizó que la norma establece “la creación de un Registro Nacional de Establecimientos Termales con Fines Terapéuticos y/o Medicinales” para poder determinar, entre otras cuestiones, “cuáles son los beneficios para la salud de cada tipo de agua en cada establecimiento, indicando sus beneficios y usos terapéuticos”.
En su exposición, Ana Monasterio, doctora en hidrología y médica generalista de la provincia de Neuquén, remarcó la importancia de este proyecto al informar que “en Argentina no tenemos legislación que nos defina qué son las aguas mineromedicinales”.
Asimismo, desde la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (FEHGRA), Florencia Landivar, vicepresidente del organismo, manifestó su mirada a favor del “termalismo”, al sostener que “es un gran desafío para las economías regionales”. Y añadió: “Es fundamental que los hoteles de 3 y 4 estrellas puedan estar dentro del Registro Nacional de Establecimientos Termales”.
En tanto, Hugo Ficosecco, vicepresidente de la Asociación Latinoamericana de Termalismo y presidente del Comité Científico de Termalismo, hizo hincapié en la importancia “del fango en distintos tratamientos” y, a modo de ejemplo, contó que “la fangoterapia ayuda mucho para las enfermedades de la piel como la psoriasis”.
Además, el expresidente de la Cámara Argentina de Termalismo y Turismo de Salud, especificó: “El agua no solo hidrata, sino que, teniendo algunos elementos indispensables, nutre”.
Por su parte, Mónica Beber, consultora independiente en temas de turismo y hotelería, detalló: “En nuestro país 23 provincias tienen termas; mientras que 60 destinos tienen explotado el producto termal y más de 10.000 surgentes tienen potencialidad para poder desarrollar la actividad termal”.
Además, participaron de la reunión informativa, Teresita Van Strate, delegada en Argentina de Termatalia, GlobalWellnessDay; y Daniel Alegre, licenciado en Turismo y docente universitario.
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