En este sentido, el facultativo entendió que “seguimos marcados por la postpandemia. Hay situaciones que no tienen que ver con lo patológico, sino con la forma que vivimos. Sean escolares, laborales o dentro de la familia. Las consultas van de la mano con la manera que vivimos. Además de la capacidad que tenemos como sociedad para contener a cada uno”.
Y expuso que “no tiene que ver con la patología, sino con situaciones que ameritan la atención. Duelos por personas muy cercanas e influyentes, por ejemplo. Las consultas son diversas en todas las edades. Surgen trastornos de ansiedad en las aulas y dentro de la sociabilización de los adolescentes. Surgió la ludopatía en adolescentes, por juegos a través del celular”.
Sobre esto último, aclaró que “la ludopatía no ‘aparece’. Los chicos viven desde los celulares. Es una realidad actual. Es la subjetividad que debemos trabajar. No es la misma vida la de los jóvenes de hace 15 años que la de hoy”.
Además, entendió que “no podemos pensar la vida de un adolescente sin la implicación de las tecnologías. En todo caso, tenemos que ver cómo influir en esto. Debemos ver cómo regularlo, pero también cómo entenderlo, porque pasan cosas en los espacios de juego y sociabilización de los adolescentes. Si uno lo desmerece, también le quita valor a esa parte”.
“Parece un monstruo, porque no lo manejamos, ni lo entendemos, pero es parte de la realidad. Ahora, hay que regular eso. Tenemos que regular toda actividad de niños, jóvenes y adolescentes. Necesitan que el otro los ayude a poner un límite, un horario y una manera; a armar el ritmo”, continuó.
De Piero remarcó que “el éxito de estas jornadas de la Municipalidad de Río Grande, obedece a cómo se instaló la problemática. Es algo muy novedoso. No hay una literatura desarrollada. Hay casuística y ese volumen produce preocupación, pero no estudios específicos”.
“Uno entiende que la culpa no es del celular. Hay algo de lo subjetivo y mucho de aprovechamiento de quienes hacen negocios con esto. Las apuestas lo son. De 10 apuestas se devuelven 2. Ese porcentaje no cambia nunca”.
Respecto a las demandas locales, De Piero precisó que “el tema salud mental es un área que está siempre en crecimiento y siempre en falta. La demanda sigue estando insatisfecha, por lo que siempre está en crecimiento en una doble vertiente”.
Además, mencionó que “la Ley de Salud Mental ofrece otro modelo más territorial, que exige la implementación de nuevas estructuras. Para bajarlo a lo local, tenemos una asimetría muy fuerte entre Río Grande y Ushuaia. En el norte cuesta muchísimo conseguir profesionales”.
“Hay una nueva convocatoria de psicólogos fuera de la ciudad y la provincia. Ya lo hemos hecho a nivel local y no hubo resultados. Es una gran dificultad implementar profesionales específicos”, anunció.
También relató que “la otra línea capacita a los que no son específicos del área. Hoy la salud mental por la inespecificidad de la demanda, apuntamos a que quiénes evalúan en la guardia puedan consignar las problemáticas de salud mental. Que haya un registro temprano, un abordaje y acompañamiento de los casos”.
El funcionario provincial destacó que realizaron “una capacitación con profesionales del primer nivel de atención, justamente para capacitar a enfermeros y generalistas, para la detección de problemáticas de salud mental”.
Consultado por el nivel de violencia que atraviesa a la sociedad, analizó: “Hay cuestiones que tienen que ver con la violencia que se vive en tiempos actuales: las intolerancias y el poco registro del otro y el daño que se le puede causar. En medio de esto, aparecen situaciones y sustancias que complejizan las violencias. Aparecen cuadros que potencian el nivel de agresividad”.
De Piero advirtió que “los discursos violentos van de arriba para abajo. Si una persona con la figura presidencial usa un cuadro de salud como insulto, bajará un hilo de naturalización en el que ciertos cuadros de salud mental pueden usarse como una manera de agredir”.
“O, si la intolerancia es sostenida desde los discursos habituales de la investidura, eso se va a apropiar. Hay algo de esa línea que empuja a poder expresarse de esa manera. Hoy hay una habilitación a ciertas cosas”, subrayó.
Por último, insistió en que “la violencia no es algo de unos pocos. Si desde los discursos que debieran transmitir una paz social, se generan agresiones, estamos complicados”.
Edición:Diario Prensa Noticias de: Ushuaia – Tolhuin – Río grande y toda Tierra del Fuego.
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