La presidenta del Instituto Provincial de Vivienda y Hábitat, Laura Montes, habló sobre las gestiones que llevan adelante para seguir ofreciendo soluciones habitacionales, pese a la falta de envío de recursos por parte del Gobierno nacional.
La titular del IPVyH recordó que “el año pasado, en mayo, licitamos casi 2000 viviendas en tierras del IPV. Todas esas licitaciones se cayeron. Sobre esa misma tierra, entregamos lotes con servicios, que es una solución habitacional alternativa. Ahora será una de las principales en esta situación”.
“Respecto de los fondos de Nación, tenemos una de cal y una de arena. No nos mandan los certificados que nos deben, por más de 1100 millones, pero ha aumentado mucho el FONAVI. Eso nos permite saldar deuda y avanzar a un paso más lento”, siguió.
Es por esto que, “hasta que podamos tener otro tipo de financiamiento, nuestra prioridad es terminar las viviendas en ejecución. Son 414 más 32 extras que están ahí. Hasta hoy, el convenio que se firmó a nivel nacional y las adendas particulares, se han protocolizado. Hay un acto administrativo, pero los fondos no se han transferido”.
La funcionaria comentó que han “levantado las paralizaciones de obra. El tema es que los recursos son finitos. Tenemos el FONAVI, por unos mil millones mensuales destinados a gastos corrientes y obras. No son suficientes para terminar todas las viviendas con la productividad adecuada. Depende del goteo que tenemos de Nación”.
“Si pudiésemos contar rápidamente con el dinero que Nación convino con la provincia, sería otro escenario”.
Montes expuso que se trata de “todas obras en ejecución. Siempre es conveniente continuar un contrato. El objeto es el mismo, lo que cambiaría es la terminación. Yo puedo decirle a un contratista que tiene 5 tiras, que agilice 3 y luego renegociemos las otras dos. Esto será informado para que nos permitan modificar los contratos, para hacer una intervención público-privada. Lo que nosotros queremos es terminar y entregar”.
Consultada por las alternativas para avanzar, dijo: “Estamos dependiendo del privado, porque hoy recién se está equilibrando la economía para que alguien quiera invertir. Las inmobiliarias tienen una amortización diferente a la del Estado. Nosotros tenemos cuotas que no superan los 200 mil pesos, a 30 años. Debemos modificar nuestra modalidad de selección. Hoy seleccionamos por antigüedad, pero habrá que sumar la variable del ingreso”.
La titular del IPVyH aseveró que “la mayoría del dinero que entra por el FONAVI se ha asignado solamente a obras. Viene la etapa de terminación de viviendas, y luego vendrá la de adecuarnos a las políticas nacionales, que nada tienen que ver con un Estado de Bienestar”.
Respecto a las complicaciones de entregar tierras y no construir viviendas colectivas, explicó: “Si yo tengo un macizo completo para la vivienda colectiva, no tengo que tener una subdivisión. En la entrega de lotes, tengo que subdividir y poner infraestructura en todos lados”.
“Nos genera satisfacción entregar esto, pero por otro lado, sentimos que en la tierra que teníamos inicialmente servía para 350 viviendas y hoy sirve para 50 lotes con servicio, está siendo entregada para pocas personas. Es lo que tenemos que hacer”, cerró.
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