RIO GRANDE.- El 13 de noviembre fue el Día Mundial de Concientización sobre el Grooming. La jornada invita a reflexionar sobre la importancia de la educación y la comunicación en la protección de los niños y adolescentes en el mundo digital.
El grooming, es un delito que se esconde tras el anonimato de Internet y requiere una respuesta activa y consciente por parte de familias, educadores y la sociedad en su conjunto.
Según los últimos datos de la organización Grooming Argentina, creada en pos de la erradicación del grooming en el país y en América latina, unos cinco de cada diez menores de entre 9 y 16 años son agregados a grupos de WhatsApp sin su consentimiento. En este contexto, el desafío actual consiste en que niños puedan identificar estas situaciones a tiempo.
Por ello, es crucial que los padres revisen y controlen las restricciones de privacidad de las cuentas de las redes sociales utilizadas por sus hijos, y que estén atentos para poder denunciar situaciones abusivas ante las fiscalías correspondientes.
La seguridad va más allá de la protección física. La prevención a través de la educación es fundamental para empoderar a los menores y brindarles las herramientas necesarias para identificar y evitar situaciones de riesgo online. Un niño que se siente escuchado y comprendido es menos vulnerable al grooming, es por eso que crear un ambiente de confianza donde los menores puedan expresar sus dudas y miedos es fundamental para la prevención.
Desde Verisure, nuestros expertos en seguridad ofrecen la información que se necesita para proteger a los menores del grooming:
-Fomentar la comunicación abierta: hablar con los niños sobre el grooming, explicándoles los riesgos del contacto con desconocidos online y la importancia de no compartir información personal. Escuchar atentamente sus inquietudes y crear un espacio de confianza donde se sientan cómodos para hablar sobre cualquier tema.
-Establecer reglas claras para el uso de Internet: Definir horarios de uso, sitios web permitidos y reglas para las redes sociales. Supervisar la actividad online de los menores, especialmente en las primeras etapas de su uso de Internet.
-Utilizar herramientas de control parental: existen aplicaciones que permiten filtrar contenido inapropiado, limitar el tiempo de uso de dispositivos y monitorear la actividad online de los niños.
-Revisar la configuración de privacidad en redes sociales y aplicaciones: asegurarse de que los perfiles de los menores sean privados y que la información personal esté protegida.
-Enseñar a los niños a identificar señales de alerta: explicarles qué comportamientos online pueden ser sospechosos y cómo reaccionar ante ellos.
-Mantenerse informados: estar al tanto de las nuevas tendencias en redes sociales y las posibles amenazas online para poder educar a los niños de forma efectiva.
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