BUENOS AIRES (NA).- “Dentro del cronograma vamos a privilegiar a las universidades que tienen mayor volumen de presupuesto. Probablemente arrancaremos por la UBA”, contó en declaraciones al programa “Si pasa, pasa”, que conduce Ignacio Ortelli por Radio Rivadavia.
Según explicó, el procedimiento se inicia con un relevamiento de los procesos internos de cada repartición, luego se realiza una identificación de los controles, relativo a los movimientos de fondos, y en tercer lugar se ponen a prueba para evaluar su funcionamiento.
“Revisamos el destino, la aplicación, la documentación sustentadora, si están de acuerdo los objetivos y si se han subcontratado a terceros. Generamos un informe que se discute con las autoridades y luego se eleva a Presidencia de la Nación, Jefatura de Gabinete y Secretaría General de la Presidencia.
En la misma línea, el funcionario aseguró que las universidades reciben de manera positiva el aporte de la auditoría de la SIGEN debido a que -considera- les ayuda a mejorar sus procesos y brindan capacitaciones a las unidades de auditoría interna, y vaticinó que los informes preliminares estarán en el plazo de un mes.
“Si hay un actor de la sociedad que debe dar el ejemplo de transparencia son las universidades”, definió; al tiempo que reveló que las auditorías en las facultades comenzarán esta semana, luego de una serie de trabajos especiales solicitados por el presidente Javier Milei.
Blanco detalló que la SIGEN estuvo abocada a relevar cada área de la administración pública y a seguir los movimientos de los 29 Fondos Fiduciarios, así también la transparencia de comedores comunitarios y servicios de limpieza.
“Estamos reestructurando el equipo que estaba auditando universidades y estamos empezando algunas de las auditorías. La idea es que armemos un cronograma porque no podemos auditar las 60 universidades a la vez, y reforzar los equipos”, afirmó.
Asimismo, insistió en iniciar el proceso por las universidades que no han rendido cuentas en los últimos años, y aclaró que ante el hallazgo de irregularidades se cotejará la información con las autoridades auditadas, para evitar conflictos de interpretación, y de confirmarse se derivará el informe a la Oficina Anticorrupción y a la Procuraduría de Investigaciones Administrativas.
Por último, el titular de la SIGEN postuló que el organismo que lidera evalúa la labor de la auditoría interna, y si se detectan problemas de control interno, sin impacto económico, quedan en observaciones para que se corrijan. Por el contrario, se denuncia a las universidades que presentan “problemas de malversación de fondos”.
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