BUENOS AIRES (INFOBAE).- Hoy comienza la Asamblea Anual conjunta del Banco y el FMI, a la que asistirá el equipo económico.
Más de la mitad de los niños en Argentina, un alarmante 58%, vive en situación de pobreza. Esta realidad no solo afecta su calidad de vida sino que también tiene fuerte impacto en su acceso a la educación y en su futuro académico.
Así surge de “Las trampas de la pobreza en Argentina”, un informe del Banco Mundial, organismo que comenzará hoy, junto al FMI, su Asamblea Anual y a la que concurrirá el equipo económico. “Desde la educación temprana, la población más vulnerable tiene menores oportunidades para el desarrollo del capital humano. El acceso a la educación en la primera infancia y a los servicios de atención a la salud muestra una brecha amplia en función de la situación socioeconómica de cada hogar. Mientras la mitad de los niños menores de 4 años en los hogares urbanos del quintil más rico asistía a la escuela en 2023, solo asistía una cuarta parte de los niños de los hogares urbanos del quintil más bajo. Si bien mejoró el acceso a la educación en la primera infancia en los últimos años, existen fuertes heterogeneidades entre provincias”, señala el estudio.
Los padres de los niños que no asistían a la escuela expresaron que sus hijos asistirían desde los tres o cuatro años de edad si contaran con un mejor transporte (71%), si hubiera escuelas más cerca de sus hogares (67,5%), si las escuelas fueran gratuitas (65,1%), o si ellos tuvieran buenos empleos (61,3%).
La educación secundaria: un ciclo roto
Aunque la escolarización es casi universal hasta los 15 años, las tasas de deserción escolar comienzan a aumentar dramáticamente al llegar a la educación secundaria, especialmente entre los estudiantes de los hogares más pobres. Esto indica que, a pesar de los esfuerzos por incrementar la matrícula, las estructuras de apoyo y las condiciones sociales siguen fallando a muchos estudiantes.
El Banco Mundial destacó que la proporción de población joven es mucho mayor entre los segmentos pobres y vulnerables de la población, por lo que los rezagos educativos en estos grupos suponen una pérdida promedio de capital humano muy importante para Argentina.
Por el momento, el gasto de la secretaría de Educación se redujo 56,1% interanual real en septiembre, y en los primeros nueve meses la caída es del 48,6% comparando con el mismo período de 2023.
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