El “Día de la Lealtad” es la fecha sacrosanta por excelencia del Partido Justicialista: la multitudinaria marcha por la liberación de Juan Domingo Perón constituye la fundación simbólica del peronismo y, como tal, funciona como un gran ordenador para todo el arco político que lo compone. Por eso, no es de extrañar que el anuncio de un acto conmemorativo en Berisso con la expresidente Cristina Fernández de Kirchner a la cabeza junto al gobernador bonaerense Axel Kicillof, sirve de facto como un mensaje de cara a la sociedad: se terminaron las internas y comenzó el período de una oposición consolidada de cara al gobierno de Javier Milei.
El proceso electoral finalizado en octubre de 2023, que proclamó como presidente al entonces diputado Milei, dejó una necesidad inequívoca de análisis y reflexión en el Frente de Todos, pero principalmente en su núcleo peronista. El balance del gobierno no había sido bueno, y a pesar de los intentos por sostener la coalición, había que dar unas cuantas discusiones puertas adentro, siendo una de ellas el liderazgo del espacio. En estos últimos meses y en medio de una danza de nombres, hubo más de un cruce entre organizaciones peronistas, dirigentes y los famosos custodios del “peronómetro”. Cuando se asentó la polvareda mediática, quedó claro que había una sola dirigente con la experiencia y capacidad de conducir el proyecto político propuesto: Cristina.
Ahora, con la cabeza confirmada, llega el momento de la construcción de la plataforma política. La agenda del nuevo gobierno liberal, que propone una política de estado diametralmente opuesta a la impulsada por Cristina durante sus 8 años en el sillón de Rivadavia, obligó a acelerar el proceso de discusión interna. Así, las distintas provincias comenzaron a acoplarse a la decisión nacional con el objetivo de presentar un partido consolidado de cara a las próximas elecciones de medio término y, principalmente, establecer un bloque común en el Congreso para que exista un contrapeso real a la plataforma liberal de Milei.
El Partido Justicialista de Tierra del Fuego fue de los primeros en apoyar esta candidatura de Cristina, fundamentado en el vínculo político que une a la próxima presidente del PJ a nivel nacional y a Walter Vuoto, el líder a nivel provincial. No es ningún misterio que el hoy intendente es uno de los primeros casos exitosos del proyecto político “La Cámpora”. En 2015, cuando el kirchnerismo dejaba la Rosada tras la “década ganada”, Vuoto era elegido el intendente más joven de la historia de Ushuaia y el primero en una capital de su agrupación política. Supo transitar las tumultuosas aguas de la gestión de Macri, donde los fondos eran nulos, consolidándose como la cara del peronismo en la isla a pesar de contar con una gobernadora del mismo espacio. Cuando llegó el momento de renovar el peronismo fueguino, un tanto fosilizado producto de una dirigencia atada a posiciones más conservadoras, volvió a relucir como figura de liderazgo. También así pasaron la reforma de la Carta Orgánica y el inicio del tercer mandato, hasta una reelección en lista de unidad como cabeza del PJ provincial, estableciendo la unidad bastante antes que a nivel país.
El reordenamiento peronista y la selección de Cristina como gran organizadora es eminentemente una respuesta a un pedido orgánico: las bases, ya sean de la militancia o la ciudadanía, identifican a la expresidente con los éxitos políticos del espacio y entienden, que quizás sea la única con soluciones reales. La dirigencia nacional, representada principalmente por los gobernadores, no pudo hacer oídos sordos a este clamor popular. Ahora, con el apoyo de la segunda figura más importante a nivel país en Axel Kicillof, llega el momento de comenzar a dirimir la estrategia electoral para 2025, comprendiendo que cada banca será fundamental para pasar leyes, o considerando como vienen dándose los últimos desarrollos políticos, oponerse los vetos del Ejecutivo Nacional.
El 17 de octubre será seguramente, a diferencia de años anteriores, una fecha de vital importancia para el peronismo dado que sentará las bases del programa político de cara a 2025 y 2027. No quedan dudas que, además del Partido, Cristina encabezará la lista. Hacía falta “enderezar lo que se torció y ordenar lo desordenado” dijo Kicillof hace no tanto y el 17 parece que comenzará ese camino.
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