El caso estremeció desde el primer momento porque el entorno familiar nunca imaginó que el papá podría llegar a atacar de semejante manera a su hija de tres años. La pequeña logró poner en palabras el abuso sexual y eso ayudó a descubrir el hecho.
Los hechos ocurrieron, de acuerdo con lo trascendido en la lectura de la sentencia, entre los meses de abril y julio de 2021.
Las pericias al menos ratificaron que hubo en concreto dos situaciones de abuso a la hija de 3 años que se dieron los fines de semana que al hombre le tocaba la guarda de la niña ya que se encontraba separado de la mamá y estaba acordado un régimen de visita.
Todos estos hechos ocurrieron en la localidad de Centenario, pero por una cuestión de proteger la identidad de la víctima no se brindarán mayores detalles.
Develamiento del horrorLos forenses saben que lo más difícil en una criatura es poder poner en palabras hecho de esta magnitud, primero porque no saben qué es la sexualidad entonces no entienden lo que ocurre cuando los abusas. Después, no lograr comprender como una persona tan cercana, protectora y amorosa puede hacerles daño. Esos son los principales escoyos que deben superar para poner en palabras una situación de abuso.
En el caso de esta pequeña de tres años, pudo en forma espontánea relatar a su mamá y otros familiares lo que le había hecho el papá. Para ello recurrió a las palabras que conocía para tratar de describir eso que había padecido. Y a partir de ahí comenzó todo un descubrimiento para la madre que recurrió a su hermana, tía de la nena, para poder comprender lo que ocurría. Ni siquiera en la familia podían comprender a qué se refería porque no había nada que les hiciera prever que el papá podría llegar a cometer semejante atrocidad.
Pese a que estaba separado de la mamá, tenían una relación judicializada, pero tranquila con respeto mutuo y el hombre podía estar algunos fines de semana con sus hijas.
Pericias y denunciaAnte el asombro de la familia, se resolvió acudir al hospital de Centenario donde se practicó el primer abordaje de la niña y los profesionales observaron lesiones compatibles con un abuso. De inmediato fueron derivados al hospital regional Castro Rendón, donde se activó el protocolo de abuso y se le dio intervención a la fiscalía y la Defensoría de la niñez.
Los forenses no solo ratificaron que hubo abuso sexual con acceso carnal, sino que también lo hicieron los profesionales a cargo de la Cámara Gesell donde la niña pudo poner en palabras lo ocurrido. El relato fue coherente y no tuvo ningún elemento que llevar a sospechar que podría haber sido implantado.
Condenado por abuso sexualEste jueves, el tribunal integrado por Luis Giorgetti, Juan Manuel Kees y Gustavo Ravizzoli dictaron sentencia.
En la misma se destaca que el relato de la niña se abastece en dos momentos claves, un video captado por la mamá y su paso por la cámara Gesell donde, de sus dichos iniciales, pudo progresar a una descripción más pura de lo padecido.
Luego se destacó: “El Tribunal no advierte elementos que permitan sostener que el relato de niña haya sido inducido o sugestionado. Por el contrario, su espontaneidad y consistencia a lo largo del tiempo, sumado a la corroboración objetiva de la pericia médica, otorgan alta credibilidad a su testimonio”
Cabe resaltar que “el Tribunal concluye que la niña no pudo haber desarrollado la intención deliberada de perjudicar nada menos que a su papá, con quien tenía un vínculo estrecho de afecto y tampoco evidenció el Tribunal algún elemento objetivo y cierto que permita concluir en una voluntad de perjudicar al imputado por parte de la mamá”.
Finalmente resuelven: “Los hechos probados encuadran en el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo y la convivencia preexistente con una menor de 18 años”.
Por lo que por unanimidad del tribunal lo declaró penalmente responsable al papá del abuso de su hija de tres años. Ahora, se aguarda que se le dicte una pena de prisión de cumplimiento efectivo.
Related