Un embarazo normal puede cursar entre las 38 y las 42 semanas, por lo que la pequeña riograndense nacida con 33 semanas de gestación, en el nosocomio local, fue considerada prematura. Con esa condición, los médicos no tardaron en detectar que la bebita evidenciaba signos de lo que se conoce como “retinopatía del bebé prematuro” o también “fibroplasia retrolental”. Se trata del desarrollo anormal de los vasos sanguíneos en la retina y comúnmente comienza durante los primeros días de vida, pudiendo progresar rápidamente, causando ceguera en cuestión de semanas.
Celeste Mansilla, especialista en cirugía oftalmológicaLa recién nacida estaba internada en el sector de Neonatología y fue intervenida quirúrgicamente por la médica Celeste Mansilla, especialista en cirugía oftalmológica de la ciudad de Buenos Aires, quien arribó a la ciudad para efectuar su segunda operación en el nosocomio riograndense.
El arribo de la médica especialista, gestionado por el Ministerio de Salud del Gobierno provincial, logró evitar la derivación de la beba a otro centro de salud fuera del continente, como así también que la cirugía fuera realizada en tiempo y forma junto al equipo sanitario del Hospital Regional Río Grande.
“Es muy importante haber operado en el lugar evitando el traslado de la bebita porque cuando se produce la derivación no solo se afecta a un paciente sino a toda una familia. Si bien hay situaciones en las que no se puede evitar y los chicos se tienen que trasladar, siempre es preferible abordar el tema in situ porque es muchísimo más saludable. Es además la recomendación del Ministerio de Salud de la Nación y en general de todos quienes hacemos este tipo de cirugías”.
En este sentido, la profesional médica contó que “desde hace varios años me dedico a hacer tratamientos de retinopatía del prematuro y ahora me tocó tratar a una bebé que nació de 33 semanas y casi 2.000 gramos. Es un peso grande y una edad no usuales para una retinopatía del prematuro. No obstante la cirugía fue exitosa y hay que esperar que la paciente responda al tratamiento”.
La médica subrayó también la importancia de la oportunidad en la que se efectúa la intervención quirúrgica: “Lo ideal en la retinopatía del prematuro es que el tratamiento se haga dentro de las 72 horas del nacimiento y en este caso se consiguió hacerlo dentro de las 48 horas, así que llegamos a tiempo”.
La Dra. Celeste Mansilla advirtió lo trascendente que es estar atentos al diagnóstico de este tipo de patología en bebés prematuros: “La retinopatía del prematuro es una enfermedad grave y es la principal causa de ceguera en los niños en la Argentina”.
Finalmente, la profesional elogió al equipo de trabajo que la acompañó, resaltando que “el sector de Neonatología del Hospital Regional Río Grande es muy amigable, quienes lo integran están preparados y saben trabajar por lo que es un placer venir a operar acá”.
Edición:Diario Prensa Noticias de: Ushuaia – Tolhuin – Río grande y toda Tierra del Fuego.
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