El domingo último, el experto rescatista y empleado de Defensa Civil Municipal, se precipitó al vacío, mientras realizaba una de sus acostumbradas excursiones en altura, en compañía de dos escaladoras.
Macías participó de numerosos rescates de personas extraviadas o accidentadas en la montaña. El domingo último la víctima fue él.En medio de fuertes vientos y nevadas, y transportados por un helicóptero, tres avezados esquiadores especializados en la práctica de ese deporte fuera de pista, lograron llegar hasta el sitio de la caída. Ya nada se podía hacer por Macías más que trasladar sus restos en un descenso peligroso y lleno de obstáculos naturales.
El miembro de la CAU, Comisión de Auxilio de Ushuaia, el cabo primero de la Policía de Tierra del Fuego, Luis Recalde, narró cómo fue el operativo de rescate de su par, Juan Ignacio Macías, en la zona del glaciar D’Agostini. Como ya fuera informado, Macías, un experto escalador oriundo de la bonaerense ciudad de Necochea e integrante de Defensa Civil Municipal, se precipitó el domingo último desde varios metros de altura, pereciendo en el incidente.
Recalde pertenece a la División Servicios Especiales de Ushuaia, e integró el grupo de Búsqueda y Rescate que tenía como objetivo llegar hasta el lugar, de muy difícil acceso, en el que desde el aire se había logrado localizar el cuerpo de Macías. “El domingo recibimos un comunicado, a eso de las 11, dando cuenta que en el sector del glaciar de D’Agostini se había producido un accidente de unas personas que se encontraban caminando por ese sector.
Nos dirigimos a la zona y nos concentramos en cercanías del estacionamiento de la planta de agua Anoka (- en proximidades de la base del Monte Olivia -). En la reunión la Comisión de Auxilio tomó la determinación de encarar el operativo por vía aérea, porque sería más rápido. Nos fuimos entonces al helipuerto del Batallón 4”.
Sobre la organización de las salidas, el entrevistado continuó refiriendo: “Salió un primer vuelo con personal del Club Andino y con material técnico para trabajar en las cercanías del lugar. En un segundo vuelo fui yo con otro muchacho de Club Andino. Íbamos a hacer la avanzada hacia el sitio donde se podía encontrar la víctima pero debido a las inclemencias del tiempo no se pudo aterrizar.
Debido al fuerte viento el piloto decidió regresar al aeropuerto viejo. Se hizo una nueva reunión y se decidió volver cuanto antes a la montaña porque los informes meteorológicos decían que el mal tiempo iba a recrudecer con el correr de las horas”.
Una vez que el grupo pudo acercarse al punto marcado previamente desde un rastrillaje aéreo, Recalde comentó que “debido a la complejidad de la operación, el accidentado terreno y el mal tiempo un grupo de nueve personas con gran experiencia y tablas de esquí adecuadas, se subdividieron en tres equipos expertos en esquí fuera de pista y travesía. Ellos pudieron llegar hasta el lugar en donde se encontraba la víctima y constataron que no tenía signos vitales. Entonces empaquetaron el cuerpo, lo acomodaron en una camilla que se desliza en la nieve y pudieron descender con él”.
Consultado sobre los pormenores de la actividad que estaba desplegando al momento del accidente, Juan Macías, Recalde respondió que “Juan formaba parte de un grupo de tres personas conformado por él y dos escaladoras. Ellas dejaron de verlo en un determinado momento y cuando se aproximaron adonde lo habían visto por última vez se encontraron con un precipicio, sin poder precisar si se trataba de una grieta o de un paredón de hielo”.
Al cierre de la presente edición los restos mortales de Juan Ignacio Macías, de 48 años de edad habían sido entregados a su familia para la realización de los rituales funerarios de rigor.
Related