BUENOS AIRES (PAGINA 12).- La nula cosecha de dólares del ministro en 8 meses obligó al Presidente a aceptar que el cepo cambiario no se abrirá “antes del 2026”.
Detrás de la pirotecnia de afecto a sus funcionarios económicos, una pintura estratégica y de época del gobierno de Javier Milei, hay problemas de gestión serios. El principal, la inquietud por la caída en los niveles de reservas del Banco Central (BCRA) -aún en la recesión más grande de la historia- y la inexistencia de dólares, sobre todo del campo, que aún ante una caída récord de los precios internacionales, no liquida.
Hoy, a fuerza de intentonas infructuosas por conseguir divisas, el ex JP Morgan y Goldman Sachs logró convencer al Presidente de su idea inicial. Tal como viene adelantando hace meses Página/12, Caputo le dijo a Milei que sin dólares no se puede salir del cepo, cuestión que el presidente negaba hasta esta semana, donde en una charla privada con “Toto” acordaron no salir de los controles “al menos hasta 2026″. El cepo va a convivir con nosotros todo el 2025”, le aclaró el funcionario a su superior. Luego, ambos salieron en público a echar por la borda el trabajo discursivo de estos meses y blanquearon.
A los ruralistas parecen interesarles poco las presiones del oficialismo y reina en ellos el enojo y la indiferencia. En los chats de whatsapp Gurú Agro y Gurú Ganadero a los que accedió este diario, donde conviven la representación de productores de la zona núcleo, dirigentes agrarios del PRO y consultores de todo el país, el tema central mientras Caputo mendiga divisas es el caso de los videos y denuncias de género de Alberto Fernández.
Nicolás Pino, el presidente de la Sociedad Rural (SRA), es la herramienta con la que Caputo y Milei intentan tranquilizar a una tropa rebelde, que mostró que no soltará granos a menos que el gobierno devalúe. El matarife, a quien Milei quiere al frente de la representación empresaria en la demorada Mesa de Mayo (que debería reunir a empresarios y gremios), les pide a las bases que no molesten a Caputo con pedidos de baja de retenciones. “No se puede ahora”, detalló en una conversación que tuvo hace unas semanas con dirigentes rurales. Pero el campo es cruel, o más bien entiende las relaciones de poder: el que maneja es el que tiene lo dólares, el resto espera o cumple promesas. Para el agro, hoy, el Gobierno de Milei no dio señales de estímulo para salir a vender.
Este enojo de productores e industriales se ve en los números: entre soja y maíz, hay hoy en poder del campo algo más de 12.500 millones de dólares, sobre un total anual de 29 mil millones. Y ese margen sin vender no aparecerá disponible al menos hasta diciembre. Lo interesante es que ese escenario se da con el precio de la soja en chicago oscilando en los 360 dólares por tonelada, el valor más bajo desde el año 2006. Hasta el momento, los productores resisten vendiendo maíz “negro” en algunas zonas del centro y compensando con carne vacuna, o soltando soja a cuentagotas cada vez que precisan cubrir costos. Los libertarios, en tanto, padecen la situación. “Así como estamos, Presidente, no podemos abrir el cepo”, le dijo un Caputo nervioso a Milei. El mandatario venía atado al mástil de que no hay crecimiento con cepo, y debió ceder. Esa historia, en breve, se transformará en otro problema.
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