Este 9 de julio se cumplió un año desde que el Teniente General Juan Martín Paleo, Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de la República Argentina, alertó sobre la existencia de un radar de la empresa británica LEOLABS en Tierra del Fuego. En su denuncia, destacó la amenaza a la seguridad nacional que representa la instalación de antenas de radar para el seguimiento de satélites de órbita baja.
El Teniente General subrayó que la instalación de este radar en la estancia El Relincho de Tolhuin constituye una grave amenaza a la seguridad nacional, permitiendo a Reino Unido monitorear la actividad satelital argentina desde suelo fueguino. Además, resaltó que la empresa LEOLABS, aunque con sede en California, está compuesta por capitales británicos, y cuenta con ex miembros del Departamento de Defensa de los EE.UU. y de la Real Fuerza Aérea Australiana en su directorio.
Paleo señaló que la autorización para la instalación del radar, dada por la Jefatura de Gabinete de Ministros en noviembre de 2022, no contó con la intervención de los ministerios competentes, lo que agravó la situación. Además, advirtió sobre el carácter “dual” del radar, con capacidades tanto civiles como militares, y destacó la necesidad de una alerta temprana para proteger los intereses soberanos.
A un año de esta denuncia, el radar sigue instalado, sin que se haya demostrado de manera verificable que el campo de antenas no esté operativo.
En Tierra del Fuego, el gobernador Gustavo Melella comenzó su segunda gestión sin responder a las acusaciones sobre la intervención de sus funcionarios en la importación e ingreso del radar al país. Además, los excombatientes de Malvinas no han podido verificar si el radar está funcionando, a pesar del pedido expreso formulado en abril pasado por el Presidente del Centro de Excombatientes Malvinas Argentinas de Ushuaia, Juan Carlos Parodi.
Mientras tanto, LeoLabs Argentina SRL, la filial nacional de la empresa extranjera, espera respuesta del gobierno fueguino para un cambio societario que sustituiría a los actores británicos por estadounidenses, sin alterar la esencia de la operación.
El Teniente General Paleo advirtió que la instalación del radar no puede considerarse una casualidad, destacando la importancia del dominio aeroespacial para la producción de inteligencia estratégica militar y la defensa nacional. La falta de consciencia en esta área dejaría al país vulnerable a posibles amenazas externas, comprometiendo la seguridad y soberanía de Argentina.
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